martes, 2 de diciembre de 2008

UNA VEZ MÁS CITO A JUAN CARLOS ONETTI














































Porque ni el aire ni yo creíamos del todo en lo que habíamos hecho y visto durante la noche; y empezábamos el día despreciando las tareas, reconstruyendo en broma el amor, la mistad, la simpatía, el simulacro de la fe en los hombres, en sus cortas y feroces creencias.








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